by victoria luisa mora paoli
Todo es tan díficil
que de repente, una se siente perdida
en un mundo que no logro comprender
sólo lloro en mi eterna soledad,
una soledad honda, profunda,
una soledad que tiene una hermana
la tristeza que hace doler el pecho,
que no tiene compasión,
que lástima y desgarra el alma
que nadie conoce que existe.
Mi soledad y yo,no hay terceros,
ella y yo nos hacemos compañía,
mis ojos cansados de llorar en la quietud de mi habitación,
mi mente está detenida,
mi cuerpo inerte reposa en la cama,
rodeado de un mundo lúgubre, egoista, hóstil,
sin expectativa de nada en el horizonte,
qué hago yo aquí?
sin cariño, sin amor,
sin quien me diga una palabra de aliento
es como estar muerta en vida.
A veces quiero desaparecer,
darle un fin a todo,
quizás morir sería la solución,
a veces, me pregunto:
qué me sostiene viva?
qué razón hay para seguir viviendo?
ya no puedo más,
cada día, mis fuerzas se extinguen y, siento que me abandonan,
y lucho,
y me sobrepongo,
pero viene otro trancazo y de nuevo vas al piso,
te derrumba y, ya no deseo levantarme
y así no quiero seguir viviendo,
no sé vivir así.
Qué pasará el día en qué caiga y ya no pueda o no quiera levantarme?
Por lo pronto alzó los ojos a él,
está crucificado, yo lo hicé,
murió por mí, por tí,
y no pusó peros, cuando le taladraban sus manos y pies,
entonces, aunque no entienda este mundo,
seguiré levantándome, cada vez que caiga, cuesteme lo que me cueste,
y que se haga siempre su voluntad en mi
todos los dias de mi vida
victoria luisa mora paoli
Last updated February 25, 2012